jueves, 4 de diciembre de 2008

Un Caso Real.....

Generalmente aquí es cuando narro alguna historia de aquellas que suelen vagar por mi mente, en este caso, lo que leerán a continuación es algo que paso en realidad.


El taxista que hablo con Dios.

El día sábado como de costumbre desperté temprano para trabajar en un conocido Instituto de la ciudad de Lima, luego de correr apresuradamente ya que tengo la costumbre de despertarme tarde los días sábados, salí de casa subí al auto y “Oh sorpresa” recordé que tengo que llevarlo al mecánico, tiene dos días sin funcionar.

Caminé lo mas rápido que pude a una de las avenidas mas cercanas a mi domicilio, levanté mi brazo al unísono, y cual mensajero de los Dioses en ayuda de este apresurado psicólogo, apareció ante mi la imponente imagen de un TICO AMARILLO, si, esos que se meten en cualquier parte, que no respetan señales de tránsito y van mas rápido que un tren bala en Japón.

Subí al místico símbolo del trasporte semi ejecutivo de la ciudad de Lima, esperando que alguna dilatación temporal pudiera alargar los minutos hasta mi llegada al Instituto y poder dictar mi Cátedra; cuando de repente, el Taxista me dijo “Oiga usted, conoce la Biblia”; yo respondí tímidamente : “si”, temiendo algún sermón evangélico del fin de los tiempos o algún intento de evangelización y redención por parte del chofer hacia mi persona; a lo que el taxista continuo: “Yo soy estudioso de la Biblia, y he llegado a la conclusión de que Jesús es un Hipócrita”; en ese momento guarde silencio resultado de la curiosidad y el shock situacional, no sabia si estallar en risa o preocupación, pero el taxista continuo su dialogo: “Es que joven le tengo que decir, que yo he hablado con Jesús, YO HE HABLADO CON DIOS”.

En ese momento con toda la sutileza que poseía verifique los seguros de las puertas y en que calle me encontraba por si tenia que salir saltando de aquel auto, sin embargo proseguí a escuchar el relato de aquel chofer suburbano : “Así es Joven, soy un estudioso de la Biblia, y he llegado a la conclusión de que Jesús es el mas mentiroso de todos, es un hipócrita”.

Absorto por las palabras de mi interlocutor, quede en silencio escuchándolo, a lo que prosiguio : “Jesús se muestra como alguien humilde, pero Jesús es rico, es millonario, y nos miente nos hace creer que su camino es el camino de la humildad, pero es mentira, el nos pide recogimiento, pero es para que los Ricos sigan teniendo poder, y Jesús es uno de los Ricos”

“Dice la Biblia que en el cielo hay ríos de plata con piedras de oro, así que imagínese joven la riqueza que tiene Jesús, el es amigo de los acaudalados, es socio de los ricos, de Bill Gates, de Bush, de Donald Trumph “

“Cuantos millones tendrá Jesús, y nos hace creer que hay que ser pobres para seguirlo, cuando el favorece a los ricos, este mundo ha sido hecho por el para que los ricos ganen, el es su socio, y nos llama para servirlo con humildad, Jesús es el hipócrita mas grande que he visto”

Definitivamente yo no sabia que decir o que argumentar ante aquel despliegue de palabras que conformaban el mas ireal guión de una película splatter de los años 80’s, sin embargo el decidido chofer prosiguió su charla : Y sabes que Jesús me llamo, si me llamo (afirmo con una voz y una mirada casi frenética), y como me llamo yo fui y le dije “Que cosa quieres ” ; y Jesús me dijo que quería que yo lo siga, que siguiera su camino y que predicara su palabra; y ¿sabe que cosa Joven? Yo lo pensé; lo pensé y me dije “si Jesús quiere que siga su camino, el es millonario, así que yo no le voy a seguir gratis” y entonces me decidí y le dije a Jesús “Oye causa, yo te sigo y predico tu palabra pero tu eres millonario pues”, así que “ahora me das un cheque por cinco millones de dólares y yo predico todo lo que quieras y sigo tu camino” y claro pues joven, así yo sacaba la mía y ayudaba un poquito pues a los niños.

En ese momento definitivamente la risa me invadió, temía seriamente por mi seguridad, alguien con un problema cardiaco hubiera muerto en el instante del impacto emocional que semejante relato podría causar en un ser humano; realice un esfuerzo mas que titánico para no reír y llegue a mi destino, por un momento pensé en preguntarle aquel taxista que cosa le respondió Jesús, pero cuando me decidí a formular la pregunta después de bajar del taxi, el taxista volteo a mirarme y un brillo rojizo en sus ojos junto a una maligna sonrisa sirvieron para entender que era y que quería.

Me observo durante un instante que para mi duro una eternidad y logre escuchar que me hablaba: “Nos veremos pronto muchacho, en unos 40 años, o quizás no” comenzó a reír y arranco su auto desapareciendo entre el transito urbano de la capital.


FIN