jueves, 5 de diciembre de 2013

El Nudo de la corbata

Hoy por la mañana te deje durmiendo, ocupando toda la cama, sin que los ruidos del comienzo del día puedan perturbar tu sueño, ayer en la noche viniste llorando a mis brazos, ese niño te mordió la mano, y me abrazaste y dijiste "es mas chiquito por eso no le pego", tu respuesta me lleno de sensaciones extrañas, eres mas grande, eres mas fuerte, y te contuviste para no agredir, tus lagrimas no eran de dolor, eran de frustración, y eso hijo me probo una vez mas que eres un niño noble y bueno.
La agresividad es innata en los seres humanos, eso lei alguna vez, pero también leí que el hombre nace bueno y es la sociedad, la cultura que poco a poco lo va corrompiendo. Puedo ver en ti esa bondad, lo único que atine a decirte es "la próxima vez defiéndete, no le pegues, pero defiéndete".
Me abrazaste y me dijiste "quiero mi cama papá" te lleve, te arrope, y te abrase hasta que quedaste dormido. Hoy en el trabajo un compañero luchaba con una corbata, no sabia hacer el nudo, lo mire y le dije "Mario, ven se hace así" me senté a su lado y le explique, en 5 minutos Mario Linares había aprendido a realizar el nudo de corbata.
Pensé en ti Bruno, pensé en el día que tenga que enseñarte a hacer tu nudo de corbata, pensé como me lo dirías, y que seria diferente a como lo aprendí yo, recuerdo que tenia 9 años, y aprendí a hacerlo mirándome en el espejo, solo frente a un espejo, la diferencia Hijo, es que tu me tendrás a mi a tu lado.

Un abrazo.

miércoles, 4 de mayo de 2011

ciudad oscura....

1:00 am de una noche cualquiera, el olor a desesperación en el aire se mescla con cada gota de lluvia sobre esta marchita ciudad. Cuantos caminan por ahí, cuantos dicen estar vivos y mueren cada día sin darse cuenta, cuántos son presas esperando por el depredador que el destino a asignado para ellos.

Cada gota de lluvia hace de esta noche un momento perfecto, ideal para quien desee tomar la vida de alguien y dar rienda suelta a la bestia que lleva dentro, y yo, solo yo aquí esperando en las sombras, en las cornisas, oculto bajo el manto protector de la noche, mi poderosa noche, mi fiel noche.

Recuerdo que tenía solo 7 u 8 años, el estaba solo, y tenía miedo, encerrado entre esas paredes, esperando por un alguien que no llego, y cada vez era más oscuro, cada vez la noche se cernía sobre él en esa habitación sin luz, lloraba y nadie acudía a socorrerlo, tenia miedo, un miedo que crecía a cada momento, hasta que en algún momento el velo se rasgo, su miedo lo ayudo a escuchar mi voz, y me dejo acudir a él, acompañarlo en su soledad, y junto conmigo la noche llego, pude enseñarle a no temer a la oscuridad, no temer al silencio, aprendió a escuchar, y a dejarse rodear por este manto que ahora me protege.

Tres hombres rodean un auto un golpe fuerte destroza el parabrisas, quizá sea la señal que el destino me está enviando, recorro el tejado hasta ellos, pero no puedo sentir el miedo en ninguno de ellos, la sensación es diferente, puedo oler el odio, saborear la rabia que emana de este lugar.

Mi fuerza se incremente con ello, la sensación es distinta sí, pero mi fuerza se hace más grande, caigo sobre ellos y comienza la rutina, golpes van, golpes vienen, sangre por doquier, gritos, gemidos, el crujir de sus huesos.

Una sonrisa en mi rostro, de repente algo puedo percibir que es distinto, uno de ellos no tiene miedo, no hay maldad en el, no hay nada que me alimente, el solo tiene sed de justicia, habita en él un espíritu de venganza, entro en sus pensamientos, en su corazón, veo dolor, veo perdida, el tipo del auto, su rostro, su sonrisa, suelto a este hombre y volteo hacia el auto, escucho un ruido sordo, uno, dos, tres, siento el dolor en este cuerpo, arranco la puerta de par en par, este es el hombre, lo cojo del cuello y solo giro de el, escucho crujir sus vertebras en mi mano, veo perderse su mirada, deja de respirar, la verdad ya estaba muerto, solo acabo de liberar su atadura terrenal con un poco de anticipación, volteo la mirada, un disparo está en mi pecho y la sangre es abundante, tengo que salir de aquí, el no podrá soportar mucho tiempo esta herida, y no puedo permitir que muera, aun no es su momento.

viernes, 19 de noviembre de 2010

Ciudad Oscura

Mirando a través del cristal por la ventana, veo aquella ciudad, cada vez más oscura, cada vez más lugubre, como si una densa niebla envolviera todo cuanto puede existir en ella.

Es extraño a veces pienso, como los lejanos recuerdos de mi niñez están tan llenos de color y de vida, pero a pesar de ello, el mundo real tal como lo veo ahora, es opaco, en sepia, como si cada objeto en el hubiera perdido su brillo, y aquella alegría vivida en mis primeros años poco a poco se transforma en una imagen cada vez mas lejana.

Las sombras, las voces, los gritos, la lluvia, el viento, todo acaba.....

Y cuando despierto y vuelvo a mi vida, a esta vida, no le encuentro mucho significado, al despertar, comer, trabajar, comer, dormir, y comenzar de nuevo, demasiada monotonía al igual que el resto del todo aquello que tu consideras verdad; pero he podido encontrar algo, algo que estoy seguro no tiene nadie mas.

El viento en mi rostro, las sombras ante mis ojos, estoy aquí de nuevo y puedo sentir esta fuerza que habita en mi alma, esa voz que me susurra, que me impulsa, que clama y que grita por hacer lo que se tenga que hacer.

Miro las calles, tus calles, y veo a cada persona caminar en esta ciudad iluminada por aquellas farolas que pobremente dan refugio en una noche como esta.

Espero, siempre hay que esperar, siempre hay alguien, siempre una victima, no se puede detener, es una constante que nunca acaba; puedo olerlo, se acerca, el momento, no he de esperar más.

Comienzo a correr por los techos de los edificios, saltando muros y librando alturas hasta que me detengo a contemplar la escena..... Típico creo yo, una mujer, un tipo malo, un arma, unos gritos, lágrimas, golpes, silencio.

Pero hoy no es su día; no es día para ninguno de los dos, ella vivirá su vida, será "salvada", pero no olvidara esta noche, ni las pesadillas que esta conlleva, el, morirá, su vida no vale nada, será castigado, y brindara tal espectáculo de sangre y dolor a su victima que su muerte lejos de ser reinvindicante y con un sentido de Justicia, se transformara en un icono de culpa y miedo para ella y para quienes vengan a recoger sus restos.

Y yo, yo siempre estaré aquí, observando, esperando, en la cornisa, en el acantilado, al doblar la esquina, esperando a cada infeliz que se cruce en mi camino.

Continuara......................

martes, 18 de mayo de 2010

Razones por las que odio envejecer.-

Me duele la espalda.-
Hace 10 años podría haber dado un giro en el aire, apoyar todo el peso de mi cuerpo sobre un brazo, dar un aspa de molino o un salto triple hacia atrás, sin embargo ahora “solo puedo correr rapidito” y saltar deprimentemente en algunas ocasiones, quizá se deba a que hace 10 años no tenia dos hernias lumbares y degeneración en los discos intervertebrales, pero eso no importa, lo que importa es que esto es culpa del envejecimiento.

Tengo que abrigarme.-
Hasta hace 5 años podía salir a la calle en polito en pleno invierno con el aire frío y la lluvia encima mío, y no me pasaba nada, es mas la temperatura de mi cuerpo era tan alta que la ropa solía “secarse sola” , sin embargo ahora “el saco” , “ la chompita” , “el polito por dentro” antes una casaca o una gabardina hubieran sido usadas solo con fines estéticos, sin embargo ahora recurro al polar para “estar calientito”, y también se lo debo al envejecimiento.

No me alimento como antes.-
Recuerdan esa promoción de Bembos en los 90’s “la segunda a un sol” pues bien yo soy el culpable de que retiraran esa oferta, era capaz de comer dos bembos extremas, tamaño grande en menos de 15 minutos, con sus respectivas papas y gaseosa tamaño gigante, sin embargo ahora, a las justas puedo con el almuerzo, una bembos ridículamente “mediana” y que decir de tomar gaseosa “no paso del vasito” , he perdido mi capacidad para ingerir interminables cantidades de comida, ya que ahora todo me cae pesado, necesito una sal de Andrews o un mate para ayudar a la digestión,; esto queridos y no tan queridos amigos es otra causa mas del envejecimiento.

No comer helados de noche en invierno.-
Esto si me indigna, el helado es parte de mi dieta diaria, junto a las bebidas con cubitos de hielo, sin embargo ahora, no puedo comer más de dos helados en invierno de noche sin un “achís” o prepararme para una semana con dolor de garganta, y si señores, definitivamente, también es envejecimiento.

Nunca me da gripe.-
Afirmación que era común en mi hace 5 años atrás, sin embargo ahora, estoy con gripe, estornudando, con frío, moqueando, y no puedo hacer nada al respecto, solo esperar, no puedo ir a ver a Bruno porque lo puedo contagiar, y su primera gripecita no fue muy agradable para el, no existe pastilla que me quite el dolor de huesos, cierre el caño en mi nariz y detenga mis estornudos que bien podrían iniciar un pequeño huracán en la oficina porque todo sale disparado para todas partes. Y esto señores es otra mas causada por el envejecimiento.



Pero ahora, la pregunta es necesaria, que ha envejecido Erick, envejeció tu cuerpo, envejeció tu alma, o haz perdido las ganas de luchar y buscas excusas para la situación actual.

La verdad quien sabe, lo pensare cuando se me pase la gripe ¡ACHUUUU!.

Buenas noches!

jueves, 4 de diciembre de 2008

Un Caso Real.....

Generalmente aquí es cuando narro alguna historia de aquellas que suelen vagar por mi mente, en este caso, lo que leerán a continuación es algo que paso en realidad.


El taxista que hablo con Dios.

El día sábado como de costumbre desperté temprano para trabajar en un conocido Instituto de la ciudad de Lima, luego de correr apresuradamente ya que tengo la costumbre de despertarme tarde los días sábados, salí de casa subí al auto y “Oh sorpresa” recordé que tengo que llevarlo al mecánico, tiene dos días sin funcionar.

Caminé lo mas rápido que pude a una de las avenidas mas cercanas a mi domicilio, levanté mi brazo al unísono, y cual mensajero de los Dioses en ayuda de este apresurado psicólogo, apareció ante mi la imponente imagen de un TICO AMARILLO, si, esos que se meten en cualquier parte, que no respetan señales de tránsito y van mas rápido que un tren bala en Japón.

Subí al místico símbolo del trasporte semi ejecutivo de la ciudad de Lima, esperando que alguna dilatación temporal pudiera alargar los minutos hasta mi llegada al Instituto y poder dictar mi Cátedra; cuando de repente, el Taxista me dijo “Oiga usted, conoce la Biblia”; yo respondí tímidamente : “si”, temiendo algún sermón evangélico del fin de los tiempos o algún intento de evangelización y redención por parte del chofer hacia mi persona; a lo que el taxista continuo: “Yo soy estudioso de la Biblia, y he llegado a la conclusión de que Jesús es un Hipócrita”; en ese momento guarde silencio resultado de la curiosidad y el shock situacional, no sabia si estallar en risa o preocupación, pero el taxista continuo su dialogo: “Es que joven le tengo que decir, que yo he hablado con Jesús, YO HE HABLADO CON DIOS”.

En ese momento con toda la sutileza que poseía verifique los seguros de las puertas y en que calle me encontraba por si tenia que salir saltando de aquel auto, sin embargo proseguí a escuchar el relato de aquel chofer suburbano : “Así es Joven, soy un estudioso de la Biblia, y he llegado a la conclusión de que Jesús es el mas mentiroso de todos, es un hipócrita”.

Absorto por las palabras de mi interlocutor, quede en silencio escuchándolo, a lo que prosiguio : “Jesús se muestra como alguien humilde, pero Jesús es rico, es millonario, y nos miente nos hace creer que su camino es el camino de la humildad, pero es mentira, el nos pide recogimiento, pero es para que los Ricos sigan teniendo poder, y Jesús es uno de los Ricos”

“Dice la Biblia que en el cielo hay ríos de plata con piedras de oro, así que imagínese joven la riqueza que tiene Jesús, el es amigo de los acaudalados, es socio de los ricos, de Bill Gates, de Bush, de Donald Trumph “

“Cuantos millones tendrá Jesús, y nos hace creer que hay que ser pobres para seguirlo, cuando el favorece a los ricos, este mundo ha sido hecho por el para que los ricos ganen, el es su socio, y nos llama para servirlo con humildad, Jesús es el hipócrita mas grande que he visto”

Definitivamente yo no sabia que decir o que argumentar ante aquel despliegue de palabras que conformaban el mas ireal guión de una película splatter de los años 80’s, sin embargo el decidido chofer prosiguió su charla : Y sabes que Jesús me llamo, si me llamo (afirmo con una voz y una mirada casi frenética), y como me llamo yo fui y le dije “Que cosa quieres ” ; y Jesús me dijo que quería que yo lo siga, que siguiera su camino y que predicara su palabra; y ¿sabe que cosa Joven? Yo lo pensé; lo pensé y me dije “si Jesús quiere que siga su camino, el es millonario, así que yo no le voy a seguir gratis” y entonces me decidí y le dije a Jesús “Oye causa, yo te sigo y predico tu palabra pero tu eres millonario pues”, así que “ahora me das un cheque por cinco millones de dólares y yo predico todo lo que quieras y sigo tu camino” y claro pues joven, así yo sacaba la mía y ayudaba un poquito pues a los niños.

En ese momento definitivamente la risa me invadió, temía seriamente por mi seguridad, alguien con un problema cardiaco hubiera muerto en el instante del impacto emocional que semejante relato podría causar en un ser humano; realice un esfuerzo mas que titánico para no reír y llegue a mi destino, por un momento pensé en preguntarle aquel taxista que cosa le respondió Jesús, pero cuando me decidí a formular la pregunta después de bajar del taxi, el taxista volteo a mirarme y un brillo rojizo en sus ojos junto a una maligna sonrisa sirvieron para entender que era y que quería.

Me observo durante un instante que para mi duro una eternidad y logre escuchar que me hablaba: “Nos veremos pronto muchacho, en unos 40 años, o quizás no” comenzó a reír y arranco su auto desapareciendo entre el transito urbano de la capital.


FIN

lunes, 24 de noviembre de 2008

La Luna Roja

Camila; siempre me pregunte el porque me llamaron así, a todos parecía gustarles menos a mi, irónicamente esta tarde me gustaba menos que antes, ¿nunca lo haz pensado? ¿como un nombre puede marcar nuestras vidas?, nuestros sueños, nuestras relaciones. Y en ese nombre se reducía todo; mi ser, mi esencia, mi existir; pero desde hoy a pesar de que nadie lo sabe, desde hoy no podré mirarme al espejo nunca mas.

No recuerdo como se llamaba, ni siquiera el sonido de su voz, no se quien fue, solo se que no podía seguir, no podía vivir con el, y fue mejor así, acabar con el dolor, acabar con la pena, he intentar ser feliz de una extraña manera.

Sin embargo, hoy..., aquí..., llorando sola, trato de culpar a todos, al mundo, a ti, a la vida, pero tendría que culparme a mi, fui yo; si fui yo quien decidió; quien actuó; quien dijo si..... quien dijo no...., y esta noche mientras camino, siento mi alma gélida, vacía de vida y llena de culpa como si algo faltara, como si la sangre y el dolor se hubieran llevado la pena de lo mas profundo de mi ser, pero a la vez me hubiera arrebatado parte de lo que algún día fui.

Ayer creo que fue cuando note eso, cuando mire el espejo de mi cuarto y de alguna manera supe que ya no era yo, que algo en mi se había perdido, ya no tenia miedo, el miedo aquel que me asalto todas las noches los últimos meses; ya no tenia dolor ni ansiedad, pero cuando pude ver mi reflejo en aquel espejo lo supe al fin, ya no tenia nada en mi.

Ahora juego sola en este umbral, miro la ciudad a lo lejos y la luna en lo alto del cielo, decido saltar y el viento recorre mis cabellos, la caída de un segundo que dura toda la eternidad, la luna esta ahí en el cielo, pero ya no es pálida, es roja ahora, y a la vez siento que algo recorre mi frente, algo tibio, y la luna esta roja ante mis ojos, roja como mis sueños rotos, como los llantos que nunca escuche, como las promesas que tiramos al viento, y como cada una de tus lagrimas cuando leas esta historia el día de hoy.

jueves, 20 de noviembre de 2008

El Sol Poniente


El Sol Poniente

Era ya de tarde cuando regresaba a casa, el sol solía ponerse en el horizonte a las seis todos los días, pero hoy, por alguna razón en especial parecía que su ritmo se detenía y cambiaba lentamente de una manera nostálgica.

Estaba yo por cruzar la calle cuando de repente el sordo sonido de unos neumáticos sobre la acera me hicieron reaccionar, “¡MUEVETE MUCHACHO! ¡ACASO QUIERES MORIR!”.

No me había percatado de aquel auto, ni mucho menos de que estaba ya en la avenida, me tenia absorto la idea del sol poniente, ese sol que no podía terminar de ocultarse, ese sol que parecía caminar a mi paso como llevándome a algún lugar, un lugar que pronto descubriría no era muy ajeno a mi.

Caminaba por esa calle y sentía el atardecer a mi espalda, mire mi reloj, eran las siete de la noche, el sol aun estaba ahí como aferrado a la vida sin querer ocultarse; en ese momento algo en esa calle no fue igual, tantas veces la había recorrido, sin embargo algo extraño pasaba, era la misma calle de cuando yo era pequeño, frote mis ojos desesperadamente creyendo que era una mera ilusión, pero ahí seguía, la misma calle de mi infancia, las mismas casas; de repente, pude escuchar voces de niños, niños jugando cerca de allí.

“EL PARQUE!!!” exclame, y trataba de recordar donde estaba, corrí y corrí pasando por la vieja bodega, el cafetín de la otra cuadra, al fin, lo pude encontrar, aquel parque, y los vi, mis amigos, todos jugaban ahí, todos corriendo y saltando, en el tobogán, en los columpios, en el castillo, observe con detenimiento cada detalle, escuche cada risa y no pude evitar que las lagrimas corrieran por mi rostro, por un instante todo se detuvo, hasta que en ese momento alguien tomo mi mano, “hermanito vamos a jugar”.

No era posible, era mi hermana, tal como la recordaba, “pero que haces aquí, que esta pasando, por que...”, ella me miro y sonrió “eso no importa ya, no estés triste, no me gusta que estés triste hermanito” soltó mi mano y me abrazo “no fue tu culpa...” cerré los ojos y llore, llore como nunca había llorado.

Ya han pasado veinticinco años desde entonces, mi hermana murió cuando yo aun era pequeño, no pude ayudarla, mis padres fallecieron hace ya algunos años, y por alguna razón siempre pensé que nunca me habían perdonado el no salvarla, sin embargo ella estaba aquí, ahora, y yo aun no podía entenderlo, “Hermanito, es hora de irnos” ella me replico, “irnos a donde” conteste casi automáticamente, y abrí mis ojos.

En ese momento pude ver la avenida, el accidente, la gente, las luces y los paramédicos, era yo en la acera, era mi cuerpo sin vida, entonces lo entendí, por eso el sol nunca se ocultaba, era la ultima imagen que había quedado grabada en mi retina, estaba muerto, arrollado por un automóvil, y no me había dado cuenta de ello; será que siempre sucede así? Uno no se percata del momento en que muere?. Mire a mi hermana y ella solo me sonrió “no tengas miedo” me dijo, “papá y mamá esperan, ellos saben que no fue tu culpa”.

El alma de mi hermana me había esperado veinticinco años y no me había olvidado, tome su pequeña mano y camine junto con ella hacia la nada esperando no perderme en la calida luz del sol poniente.

Fin